sábado, 2 de marzo de 2013

Trascendencias


Basta con mirarte a los ojos

para percibir tu hechizo inminente,
como una especie de magia
que diriges a tu antojo
con la habilidad y la gracia
que te caracterizó siempre.

Basta con cerrar mis ojos
e imaginar que estás presente,
para elevar mi ánimo
(el cual dirijo a mi antojo)
y soñar despierto con tu mimo,
y con todo lo que te hace diferente.

Pero no me basta con tu magia
ni me basta tu presencia;
no me basta el cielo infinito,
ni tampoco la vida ni las galaxias...
Nada es ni remotamente suficiente,
ni se compara con tenerte.

De "Los Orígenes II"
23 de Octubre de 1997
02:31 am

Rolando Bourdette